ingredientes:
300gr. harina
120gr. mantequilla
120gr. azúcar
3 huevos
1cucharada de cacao en polvo
1 cucharada levadura en polvo
1 pìzca de sal
300ml leche
250gr. chocolate para fundir
Mezclamos la mantequilla con el azúcar hasta obtener una textura cremosa. Añadimos la yemas poco a poco y seguimos mezclando. Añadimos la harina tamizada con la sal, la levadura y el cacao en polvo mezclando sin parar hasta hacer una masa compacta. Le damos forma de cilindro y la dejamos en la nevera envuelta en papel film hasta que endurezca. Cortamos la masa en rodajas que colocamos en una bandeja de horno y las cocemos 12 minutos a 190º.
Con el chocolate y la leche hacemos una ganache (trufa fresca cocida) que dejaremos atemperar antes de colocar encima de cada sablé. Yo en esta ocasión los he decorado con un poquito de praliné de avellanas.
Como sabéis, los sablés (Sableaux, en francés -como tantos otros términos culinarios-) tienen una textura arenosa que se deshace fácilmente. Son unas galletas que no pueden hacerse muy finas por ese motivo, y suelen elaborarse con acabados diversos de cremas o con chocolate como en esta ocasión. Por eso son pastas que llenan bastante
No hay comentarios:
Publicar un comentario