martes, 27 de mayo de 2014
PANECILLOS SIN SAL
Por "necesidades del guión" he tenido que hacerlos sin sal y seguiré haciéndolos, ya que me parece que están muy buenos y son mucho más naturales y económicos que los comprados en panadería. Además, admiten algunas variaciones, dependiendo del humor y de la inspiración del momento.
Con estas cantidades me salieron unos 22 panecillos de unos 45gr.
600gr. de harina de fuerza
50gr. de levadura prensada (fresca)
160ml. de leche entera templada
150ml. de agua templada
1 huevo pequeño batido
Semillas de sésamo, pipas de girasol...
En un bol grande ponemos la harina tamizada. Aparte mezclamos el agua con la leche y el aceite y diluímos ahí la levadura. Vertemos el líquido en el bol de la harina y mezclamos con una mano hasta obtener una masa homogénea y elástica. Hacemos una bola.
Ponemos la masa en el mismo bol de antes cubierto con un paño a reposar durante 1 hora más o menos, hasta que doble su volumen.
Al sacarla le damos unos golpes para expulsar el aire, amasamos un poco y repartimos en porciones (yo pesé cada porción a 45-50gr), hacemos bolitas y los colocamos en la bandeja del horno forrada con papel de horno. Las dejamos reposar otros 30 minutos.
Pasado ese tiempo pincelamos un poco con huevo batido cada panecillo y repartimos las semillas de sésamo o lino, o las pipas por encima (por el efecto del huevo se pegarán sin problema). Lo llevamos al horno precalentado a 220º 15-20 minutos o hasta que los veamos doraditos. Quedan mejor si en el fondo del horno colocamos un recipiente con agua para mantener la humedad, ya que así se forma una corteza.
Dejar enfriar sobre una rejilla.
Evidentemente, si les ponemos sal saldrán mucho más sabrosos.
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